viernes, 7 de diciembre de 2012

El camino de la magia - 8° cuento


 Y dejo otro de los Blackdalion mientras sigo en hiatus con mis otras historias...

Llovía.
Llovía fuerte.
-¡Bien! lo que me faltaba– exclamó Kyrian enojada.
La joven se había escapado de un muy concurrido salón de la Corte en busca de aire y ahora un inesperado chaparrón la estaba empapando.
Se le ocurrían un par de cosas que podía hacer pero ni siquiera quería considerarlas. Empezó a estornudar y pensó que enfermarse sería la gota que colmaba el vaso. La última vez sus hermanos habían experimentado un par de trucos para curarla y su padre había tenido que intervenir para evitar resultados desastrosos. Definitivamente los mellizos no tenían dones sanadores, ninguno de su familia los tenía. Podían realizar una increíble lista de prodigios, incluso su prima Krista podía ver el futuro pero  ninguno de ellos tenía el don de la sanación. Aunque eso no les impediría a sus hermanos  cuando la vieran llegar empapada  preguntarle por qué no había hecho nada para evitar mojarse y reprenderla como si fuera una niña pequeña..

Estaba segura que ellos eran capaces de detener la tormenta o al menos evitar que  los mojara. El poder de ellos crecía cada día, era casi tan fuerte como el de su padre y los continuos experimentos les abrían nuevas posibilidades de utilizar su magia.
Magia.
La palabra resonó en su cerebro y la joven gimió disgustada.
Ella también la poseía, era parte de su herencia pero siempre la había rechazado, quería ser una chica normal , ya era bastante con que los extraños  la trataran con una pavorosa reverencia por ser hija de Kalymera Blackdalion y del poderoso mago Dionis Likaios , como para que también  le temieran por su propio poder.
Sabía que nadie se atrevería a desafiarla o insultarla de frente, la reputación de su familia lo evitaba, pero también sabía que hablaban por detrás y que no la trataban como a las demás jóvenes.
Deseó estar en casa o en Levany o  Dalalbión, en cualquier lugar donde la quisieran tal como era, sin embargo se hallaba atrapada en la Corte del Rey en una visita de cortesía que habían realizado sus padres.
El pelo negro se le pegó a la cara, su vestido se llenó de barro y el frío se le metió en el cuerpo, sin embargo no quería volver, aún recordaba lo que había escuchado decir a uno de los invitados.
-Es una bruja...como los demás...
Lo peor era que aquel muchacho  la había rondado con sus atenciones como un posible pretendiente. Con casi diecisiete años Kyrian ya tenía edad para casarse, sabía que de tener otros padres ya estarían buscándole marido pero por suerte en su familia creían en el amor. Sus abuelos, padres y tíos se habían casado al encontrar al amor de su vida, ni antes ni después. Así que podía estar tranquila, nadie la obligaría a casarse, aunque eso no evitaba que los jóvenes la pretendieran y al ser rechazados hicieran comentarios poco halagüeños.
Bueno sólo había algo que podía hacer para sentirse mejor, la única magia que siempre se había permitido, lo único a lo que no podía renunciar.
Una gruesa capa de piel la protegería de la lluvia y podría vagar libre un rato más, antes de que  sus padres enviaran a los mellizos tras ella.
Sus ojos claros relampaguearon y  en un instante su frágil figura se transfiguró en la de un lobo. Un animal ágil y esbelto, de pelaje negro y ojos de un celeste tan claro como el cielo de invierno.
La joven avanzó guiada por los instintos del animal cuya forma había tomado. En los días pasados había contemplado una extensa arboleda bordeando el lago  hacia la que se dirigió. Aunque la noche lo ocultara allí había un conjunto de árboles con grandes flores azules que la deslumbraban.
Se internó en el bosquecillo gozando de la sensación de la lluvia y de la tierra mojada en sus patas, al llegar al lago descubrió una presencia inesperada. Podía distinguir la silueta de un hombre, aunque estaba completamente empapado parecía no importarle la lluvia y como si presintiera la intrusión de ella, se volvió a mirarla dejándola estática.
Con cierto alivio recordó que él no podía ver más que un lobo, aún así la inquietaba la mirada masculina que sondeaba la oscuridad para detenerse con precisión en ella.
Estaba lo suficientemente cerca para distinguir el color de aquellos ojos, eran intensamente violetas.
De pronto la voz del hombre quebró el silencio de la noche.
-Vaya, creí que estaría solo aquí – comentó él- tranquilo pequeño, no te haré daño, aunque creo que eres pequeña ¿verdad?. Eres demasiado menuda para ser un “él”, claro que yo no sé mucho de lobos...ni siquiera sabía que hubieran lobos aquí.
Por un breve segundo Kyrian se vio tentada a contestar ya que la calidez en la voz de él le hacía olvidar la forma que tenía, luego recordó la metamorfosis y reflexionó sobre lo extraño de aquella situación.
Bajo la intensa lluvia estaba ella transformada en lobo y a escasa distancia un hombre que le hablaba  como si lo hiciera con un humano
-Mi refugio está cerca...ya me mojé demasiado, ¿quieres venir? – la invitó él y luego rió moviendo la cabeza como si reconociera lo absurda que era su actitud. Lentamente emprendió la marcha y Kyrian lo siguió.
El joven llegó hasta una cabaña y cuando iba a entrar se sorprendió de que el lobo realmente lo hubiera seguido. Entró y dejó la puerta abierta para que el animal ingresase. Era extraño  ver un lobo por allí y más aún invitarlo a compartir un refugio, pero al verlo había sentido un vínculo con aquel otro ser solitario que no rehuía de la lluvia.
-Pasa...- dijo apartándose para darle lugar al animal. La loba entró cautelosa – Voy a encender el fuego, así nos secamos. Me temo que no tengo comida para ti...no imaginé que tendría invitados –dijo con una sonrisa y la loba lo miró.
Era un hombre muy joven, su cabello era claro y llegaba apenas debajo de las orejas, aunque la lluvia lo había pegado a su cabeza. Se movía con soltura y una vez prendido el fuego, buscó una vieja manta que tendió en el suelo para ella.
Luego acercó una silla para sí y se sentó junto al calor.
Kyrian no tenía idea de cómo habría reaccionado un lobo verdadero, pero ella se acercó y se recostó en la manta junto al fuego.
Él le sonrió satisfecho y se quedaron un rato en silencio. La muchacha pensó que se sentía mucho mejor en aquella humilde cabaña que en los salones a los  que había asistido en los últimos días y de los que había huido aquella noche.
Era muy agradable estar en silencio o escuchando lo que él estaba dispuesto a contarle a una animal. Podría haberse quedado, pero probablemente  sus hermanos la buscaban y no quería perturbar a aquel sencillo joven con la intempestiva llegada de dos magos impulsivos, o aun peor que un lobo y un león echaran abajo la puerta.
Se levantó y raspó la entrada con sus patas hasta que él entendió que  quería  salir.
-¿Tienes que irte? – preguntó al tiempo que abría y ella se acercó a él para frotar su cabeza contra la mano del joven. Él la acarició y luego la dejó marchar.


-¿Y los mellizos? – preguntó Kaly volviéndose hacia su esposo que sostenía a su hija menor dormida en sus brazos.
-Fueron a buscar a Kyrian
-¡Dio! – protestó Kaly
-Está lloviendo mucho y además viste como salió del salón, estoy preocupado. Estos días en la Corte han sido una tortura para ella.
-Me temo que ha heredado tu encantador carácter -  respondió divertida Kalymera mientras su esposo bufaba
-Kal...- protestó él  y luego mirando a su pequeña hija preguntó-¿Por qué no puede ser  como con Iolhen, por qué es tan difícil para ella?
-Tal vez porque también se parece demasiado a mi - dijo Kaly acercándose a Dionis. Ella conocía el dolor que le causaba a su esposo el que Kyrian no aceptara su legado de poder, sus hijos amaban la magia y la aceptaban como una parte natural de ellos, excepto Kyrian. Cuando era niña habían creído que no poseía el don, luego habían entendido que la niña concientemente lo negaba, desde el principio.- Dio, hubo un día en que yo creía no tener un lugar en el mundo, no sabía quien era Kalymera Blackdalion. Estaba mi madre con su  deslumbrante belleza y personalidad, mi valeroso padre, mis hermanos y yo sentía que algo en mi no encajaba...
-¿Kalymera cómo pudiste pensar que tú misma no eras tan “deslumbrante “ como ellos ? -preguntó el deslumbrado marido
-Mi amor, no era algo conciente, necesitaba creer en mi, encontrar mi propio lugar . A Kyrian le está pasando lo mismo...
-¿ Kaly cómo te diste cuenta de quién eras?
-Tuve que enfrentarme sola  a los problemas, me encontré a un mago bastante particular que sacó a relucir lo peor  de mí, era muy testarudo...y también sacó lo mejor de mí – respondió ella con una  sonrisa  luminosa – y en medio de todo aquello  acepté quien era y encontré mi hogar. – dijo finalmente acercándose para besarlo.
-¡Oh  mi Kalymera! – musitó él con amor aunque aún preocupado por su hija
-Ella terminará aceptando quien es  Dionis, y entonces tendremos que estar preparados...- él la miró interrogante – Te dije amor,  ella es demasiado parecida a nosotros y cuando acepte su don...los mellizos parecerán gatitos al lado de nuestra hija.
- No hay problema .Yo estoy acostumbrado a lidiar con leonas – dijo él y su mirada clara  brilló en claro desafío. Un desafío que Kalymera siempre aceptaba

Cuando estuvo a una distancia prudente y segura de que no la habían seguido Kyrian recobró su forma.
Nadie pudo ver la transformación ni siquiera los dos muchachos que la  buscaban  muy cerca de allí.
-¿Dónde estabas? – preguntó bruscamente Lysander cuando la vio acercarse.
-Estás empapada...¿no pudiste evitarlo? – comentó en tono de censura Conrad
-¿Qué hacen aquí? – contraatacó ella elevando la vista para enfrentarse a sus hermanos
-Te buscábamos, qué más
-Papá está preocupado y nos envió – se justificó Conrad
-Como si fuera necesario – comentó  la chica por lo bajo sabiendo que ellos no necesitaban instrucciones para seguirla.
-Bueno Kiky, ¿vas a decirnos dónde estabas? – insistió Lysander
-Por ahí. Y no me digas Kiky...Lys –
Conrad sonrió, ya que su hermano aborrecía aquel sobrenombre de la infancia, tanto como Kyrian odiaba el suyo
-¿Y tú por qué sonríes Conny?  - preguntó Lysander molestando a su hermano
-Chicos basta – los reprendió Kyrian con el tono  autoritario de voz que usaba para reprender a sus hermanos mayores, a pesar de ser menor , era ella quien siempre ponía orden
-Está bien, pero vamos a averiguar donde andabas Kiky, tarde o temprano.
-No seas tan melodramático Lysander, sólo caminé un rato bajo la lluvia, estaba paseando ¿acaso no es evidente?
-Pasear, huir le llamaría yo .Kyrian en verdad estás preocupando a nuestros padres…-le dijo Conrad poniéndose serio
-No me gusta estar aquí
-Pero aquí estamos hermanita, ¿no puedes pensar que son unas vacaciones como lo hacemos nosotros?
-¿De qué hablan? Ustedes nunca hacen nada, estén donde estén. Sólo causan problemas…
- Nos estamos portando bastante mejor que tú, así que tal vez sean vacaciones de causar problemas – respondió Lys
-Sólo intenta divertirte un poco Kyrian…-pidió Conrad
-Está bien
-¡Esa es nuestra pequeña! – exclamó Lysander y ella lo fulminó con la mirada.
La joven se adelantó murmurando por lo bajo cosas nada halagüeñas sobre sus hermanos. Los mellizos la siguieron  a corta distancia pero antes intercambiaron una mirada que lo decía todo. Cuidarían a Kyrian quisiera ella o no.
 Kouros estaba levantado cuando sus hermanos mayores llegaron al ala del Palacio Real que les habían asignado, vio entrar  ofuscada a Kyrian  , tanto  que la joven ni siquiera se percató de su presencia. Los mellizos iban detrás de ella con actitud sospechosa
-¿Qué le sucede? - preguntó el niño a sus hermanos mayores
-Eso vamos a averiguar, no te preocupes  – respondió Lys, revolviendo el oscuro cabello de su hermanito. El niño sacudió la cabeza imaginando que si los mellizos interferían habría mucho de que preocuparse.
-Detente allí jovencita – dijo una fuerte voz y al volverse Kyrian se encontró con los ojos azules de su madre- Tenemos que hablar Kyrian Likaios
-Mamá…
-¿Cómo puedes irte de esa manera sin decir nada? ¿No sabes que somos invitados en este lugar ?
-¡Yo no quiero estar aquí, ni siquiera pedí venir!, déjame volver a casa , por favor
-No. Para tu padre es muy importante que estemos todos, y eso haremos por el tiempo que sea necesario.
-¿Por qué?
-Él tiene sus razones Kyrian. Quiero  que cumplas con lo que te pido y sin ningún otro escándalo. Habrá fiestas y reuniones en Palacio y espero que asistas y seas agradable
-No me pidas eso madre.
-Has sido siempre muy juiciosa y espero que esta vez no sea la excepción. Lo que sea que te está perturbando  deberás resolverlo
-Haré lo que pides , no voy a decepcionarte – dijo la chica  seriamente y se retiró
-Nunca lo haces mi niña- dijo Kalymera con un suspiro  cuando su hija ya no pudo oírla.
-¿Ya lo arreglaste todo? – preguntó Dionis cuando Kaly se reunió con él.
-En realidad creo que lo empeoré
-No creo que lo hayas hecho peor que yo, cuando se trata de Kyrian siento que no puede perdonarme ser quien es. La” herencia” Likaios no le hace mucha gracia
-Bien, tampoco creo que yo le haga mucha gracia ahora – dijo Kaly -, pero no puedo dejar que se dé por vencida sin luchar Dio. Y dejarla volver a casa sería permitirle huir
-¡Dios nos salve de que un Blackdalion salga huyendo! – se burló el
-¿De qué lado estás tú? – protestó ella golpeándole un hombro suavemente
-Del de los padres, no me queda otra- comentó abrazándola
-No me gusta que esté enojada conmigo…- dijo Kaly acurrucándose contra él
- Se le pasará. Para compensarte te prometo que me encargaré del próximo desastre de los mellizos.
-No es un trato justo. Esto es ahora y quién sabe si los chicos van a meterse en problemas
-¿Lo dudas? – dijo él mirándola divertido – Está bien , me haré cargo  de los próximos desastres, en plural, ¿te parece más justo?. Yo seré el severo y tú podrás estar tranquila siendo la comprensiva, incluso te permitiré que intervengas  a su favor.
-Trato hecho
-Tramposa
- Es difícil ser madre, le debo unas cuantas disculpas a la mía.
-Ya lo creo, eras un gran dolor de cabeza.
-¡Dionis!
-Mi peligrosa Kalymera , te amé, te amo y te amaré siempre –dijo callándola con un beso

   Al día siguiente, los sentimientos de Kyrian hacia su madre distaban de ser amorosos mientras escogía el vestuario para el baile .Descartó las sedas y los terciopelos inclinándose por un vestido sencillo de gasa sin bordados, era de un tenue color violeta. Era una prenda delicada pero discreta, no llamaría la atención con él y era justamente lo que Kyrian deseaba. Seguramente sus hermanos menores estarían muy alegres con los preparativos para la fiesta  y también los mayores, los mellizos no perdían ocasión de llamar la atención, sobretodo de las jóvenes que los seguían deslumbradas. En cambio, ella sólo deseaba desaparecer, pero había prometido a su madre que asistiría al Baile y cumpliría su palabra .
Llegó al lujoso salón del baile acompañada por toda su familia, incluso Kouros e Iolhen habían asistido, el lugar estaba repleto y Kyrian añoró con desazón la pequeña cabaña en la que había estado  la noche anterior.
Deseaba aquella sensación de tranquilidad y seguridad, además de la  presencia confortante del joven desconocido. El bullicio la sacó de su ensoñación y sacudió la cabeza para ahuyentar sus pensamientos , ella no era así, no se dejaba llevar por la imaginación.
Sus padres se dirigieron a saludar a sus conocidos  llevándose a los pequeños , los mellizos se esfumaron dispuestos a divertirse  y  Kyrian respiró aliviada ya que podría encontrar un lugar alejado donde pasar la velada y “sobrevivir a la tortura”.
  Lombard había escuchado muchas historias de los Blackdalion y de los Likaios,  además los conocía y también conocía a las mujeres de la familia  ya que varias veces habían visitado la Corte , sin embargo nunca había escuchado nada de aquella joven. Y luego de observarla atentamente supo por qué.
No era que le faltara belleza, aunque no se parecía a las llamativas gemelas Blackdalion, ni poseía la dulce hermosura de Kristana , tenía una belleza  natural propia que era innegable.
Su apariencia se oponía a las bellezas exóticas y artificiales que circulaban por el palacio aquellos días. Tenía rasgos delicados  y armónicos, un cuerpo menudo aunque muy femenino que obviamente había heredado de  su madre, Kalymera y unos ojos increíbles, pero aún así pasaba desapercibida. El joven supo que  ella hacía todo lo posible por no llamar la atención, allí estaba, oculta en un rincón vestida sencillamente y con una expresión que dejaba en claro que quería permanecer sola y tranquila. Una peligrosa expresión, sin embargo Lombard  ignoró la advertencia y sintió deseos de acercarse a ella para  rescatarla como un galante príncipe.
La joven no parecía correr ningún tipo de peligro, pero después de todo él era un príncipe y después de todo sabía que ella necesitaba ser rescatada aunque no lo supiera
Lombard se acercó a ella con su gracia habitual y al llegar a su lado le habló suavemente para no asustarla
-Buenas noches– dijo una voz masculina, una voz que ella conocía y al levantar la vista se encontró con la mirada violeta del joven que había conocido la noche pasada. Por un momento se sobresaltó y luego recordó que él no podía relacionarla con el lobo negro. Recobró su calma habitual y le respondió con la mayor frialdad posible  haciendo caso omiso a los apresurados latidos de su corazón.
-Buenas noches  – respondió ella – ¿necesita algo?
-En realidad, si no le importa me gustaría sentarme a su lado .Este lugar está apartado y ya me cansé un poco de la fiesta – dijo él con una sonrisa amable
- El lugar es todo suyo, prefiero estar sola – dijo ella y se levantó para irse .Sabía que era un joven agradable, de hecho lo había descubierto la noche anterior pero también sabía que eso cambiaría cuando él supiera quién, mejor dicho qué era ella .Seguramente la amabilidad y dulzura de él se esfumarían instantáneamente al saber el poder que tenía y  la miraría como a un bicho raro. Por su bien, Kyrian prefería evitar ese momento, así que sin más se  marchó aún a riesgo de parecer una  maleducada.
Incrédulo Lombard la vio alejarse.
Seguramente lo que acababa de hacer sería calificado como mala educación por su madre, pero ya no le importaba. Ella no podía permanecer cerca de ese joven  , era un riesgo y ni siquiera quería averiguar la razón.
En su precipitación por alejarse se chocó con su hermano Conrad
-¿De qué hablabas con el príncipe? - le preguntó él
-¿Qué príncipe?
-Él, Lombard, el más pequeño de los hijos del Rey  – dijo señalando al muchacho  de los ojos violetas –No estuvo en el baile anterior , por eso no lo conociste.
-¿Un príncipe? ¡Cielos! – gimió ella y se alejó deprisa.
-¡¿Kyrian?! – la llamó su hermano mientras ella se escabullía al exterior.
La joven sentía que el aire le faltaba, ¿por qué  estaba tan alterada?. Los últimos días habían sido muy complicados para ella, estaba confundida y no sabía lidiar con eso.
Siempre había sido muy segura y sensata, “Kyrian nació adulta” solía decir su madre aunque  su voz tenía un deje de tristeza al hacerlo.
Ella siempre sabía que consejos dar, como resolver los problemas o aplacar  las locuras de sus hermanos. Y ahora se sentía perdida, era la Magia , esa que negaba pero la acosaba.¿Durante cuánto tiempo podría fingir ser lo que no era, u ocultar quien era en verdad?.
Y además “el príncipe “ ,Lombard, la había confundido aún más porque le generaba un irresistible deseo de acercarse y conocerlo y al mismo tiempo la urgente necesidad de protegerse alejándose de él.
Agobiada por la agitación que sentía en su interior se sentó en un banco escondido en el jardín. Se quedaría un rato allí hasta que se encontrara en condiciones de regresar, o  hasta que pudiera escabullirse a su habitación.
-¿Quieres hablar? – dijo de pronto Lysander sentándose junto a ella
-¿Lys?
-Saliste demasiado deprisa de allí…así que decidimos buscarte
-¿Conrad también?
-Ajá
-No era necesario, estoy bien
-No lo pareces…
-De verdad
-¿Qué te sucede Kiky?
-No me llames así…
-No siempre tienes que ser fuerte ,háblame Kyrian, soy tu hermano, sé que te está pasando algo. Es bueno que puedas compartir lo que sientes
-Sólo quería descansar un poco..
-Kyrian..
-No lo sé Lysander – confesó ella de golpe- no sé lo que me sucede, estoy confundida …
-Bueno sabía que llegaría este momento. Siempre has sido tan insoportablemente madura, que algún día tenías que atravesar esta etapa de confusión. Parece que tú nunca necesitas a nadie, sabes resolver los problemas y defenderte, eres independiente y la mayoría de las veces te dejamos actuar como si fueras la mayor, pero no lo eres ,estás creciendo y muchas cosas cambian …Necesitas ayuda Kiky y nosotros estamos aquí, no lo olvides. Déjate cuidar Kyrian
-Ay Lys – dijo ella mientras los ojos se le llenaban de lágrimas y su hermano la abrazaba
-Tranquila pequeña, puedes contar con nosotros, para llorar, escucharte , o si lo decides algún día ayudarte con la magia – dijo él suavemente y la sintió estremecerse
-Hermano…
-Nos quedaremos un rato  aquí y luego volvemos al baile –susurró él con ternura.
-Pero no quiero volver …
-Vamos Kyrian, tú eres valiente y además  mis admiradoras deben estar extrañándome – dijo con una sonrisa encantadora pero con la preocupación  plasmada en sus intensos ojos azules.
Kyrian era valiente ,así que un rato más  tarde regresó al baile junto a Lysander y por  primera vez en mucho tiempo se dejó proteger por sus hermanos mayores y se sitió reconfortada por la presencia de ellos.
Conrad y Lysander se turnaron para bailar con ella, la alejaron de cualquier chismosa que se le acercara y de cualquier pretendiente inoportuno ,incluso  permanecieron  a su lado como peligrosa escolta , cuando  los Likaios a pleno fueron a saludar a los miembros de la familia real.
Y sólo escudada por aquellos dos fuertes hombres Kyrian se animó a ser presentada  formalmente al príncipe Lombard, sólo así tuvo valor para mirar aquellos fascinantes ojos violetas.
 Afortunadamente  para  la joven la noche transcurrió rápidamente y los compromisos sociales mantuvieron al príncipe ocupado, lo que evitó cualquier encuentro casual entre ellos.

Kalymera fue a comprobar que sus hijos pequeños estuvieran durmiendo bien cuando vio a Kyrian escabullirse.
Estuvo a punto de detenerla, era muy tarde  y podía meterse en problemas, sin embargo también recordó que era su hija y como tal se parecían demasiado.
Kyrian estaba sintiéndose enjaulada en la Corte y si un paseo nocturno le ayudaba a despejarse, ella no se lo impediría. No por el momento,  al menos.
Después de darle un beso de buenas noches a Iolhen  y Kouros , volvió a su dormitorio. Dionis dormía tranquilamente sin saber de la escapada de su hija, Kaly sonrió al imaginar como reaccionarían él y los mellizos si lo supieran.
 Salió nuevamente  con mucho sigilo y se  sentó en el alfeizar de la ventana del corredor  a esperar que su hija regresara.

La joven  no había decidido a donde quería ir, sin embargo, sin pensarlo, se dirigió a la cabaña junto al lago. Y lo hizo de la misma manera inconsciente en que se trasformó en lobo para llegar allí
Apoyado contra un árbol estaba Lombard tocando una suave melodía en la flauta. Kyrian lo identificó apenas vislumbró su silueta. Al verla él detuvo la interpretación .
-¡Viniste! – exclamó Lombard observando al esbelto animal que se acercaba con sigilo – por un momento temí que tendría que estar solo esta noche . Me alegra que estés aquí – agregó con una sonrisa.
Kyrian se le acercó cautelosa. Por lo visto el joven príncipe también tenía predisposición a dar paseos nocturnos.
-Ven ,acércate.- la invitó él y ella se echó  a su lado - Estaba en un baile, ¿sabes?...pero me alegra que haya terminado. Me temo que no estoy hecho para la vida en la Corte, prefiero estar tranquilo aquí, así que a pesar del cansancio decidí venir un rato. Aunque  no me arrepiento del todo de haber asistido, había una chica muy bonita allí, es alguien muy especial - comentó él y la loba alzó la cabeza para mirarlo atentamente – me hubiera gustado que la conocieras, entonces sabrías de que hablo. Hubiese querido  poder pasar un tiempo con ella y conocerla mejor , aunque me temo que a ella no le agrada la idea. Parece que no le caí muy bien –comentó él y ella tocó su mano con su hocico para alentarlo- Kyrian – musitó él y ella  se estremeció- ese es su nombre, Kyrian  Likaios .
No me resulta fácil acercarme a la gente  -continuo él y  ella inclinó la cabeza para mirarlo intensamente -  tal vez porque hay mucha hipocresía a mi alrededor o porque soy un poco desconfiado. Quienes se acercan a mi no siempre tienen buenas intenciones , así que soy un poco solitario
¿Sabes  qué es lo peor de todo pequeña?, querer que te quieran por quien eres en verdad y temer que nunca suceda. Soy príncipe, el menor de todos  así que no heredaré la corona ni nada por el estilo, pero aún así tengo poder, una herencia que no puedo negar. Me respetan y me temen por un título  que ni siquiera pedí, cuando alguien se acerca a mi, no sé cuáles son sus verdaderos motivos... ¿Puedes entenderlo? – dijo él acariciándole la cabeza al lobo – Supongo que sí, después de todo los lobos no tienen muy buena fama, aunque no creo que tú seas peligrosa pequeña, al menos yo no te temo- dijo sonriéndole y la joven deseó que fuera cierto. Deseó que aquella afirmación fuese dirigida a ella y no al animal que fingía ser
Se quedó un rato con él y cuando sintió que se relajaba demasiado casi durmiéndose, se retiró y como lo había hecho anteriormente Lombard la dejó partir   con todo la naturalidad del mundo. No lo sorprendía que el lobo apareciera de la nada y tampoco cuestionaba su partida como si entendiera que aquel comportamiento estaba arraigado en su propia naturaleza
-Ve con los tuyos pequeña – dijo  acariciándole la cabeza y luego él mismo se marchó hacia la cabaña

Era casi el amanecer cuando Dionis cargó a su esposa hasta su dormitorio, ella se había quedado dormida  en el alfeizar e inconscientemente alertado por su ausencia Dio había salido a buscarla. La depositó cuidadosamente en la cama y luego realizó  otra ronda.
Primero fue a ver a sus hijos mayores ,los mellizos dormían  totalmente insensibles al mundo, ese era el único momento en que se podía estar tranquilo de que esos dos no se meterían en problemas. Luego visitó a los más pequeños, Iolhen sonreía entre sueños y Kouros dormía placidamente, finalmente fue a ver a  Kyrian, dormía vestida y él suponía que se debía a  que su escapada nocturna la había dejado exhausta. La arropó y la besó en la frente deseando que tuviera dulces sueños y que encontrara lo que estaba buscando
Después  volvió a su cuarto y se acostó atrayendo suavemente a Kalymera contra él. A pesar de estar dormida profundamente, instintivamente se apretó a su cálido cuerpo y Dionis se relajó al tenerla en sus brazos, con suerte podrían dormir un par de horas más, ser padres era muy complicado.

Siete días más , ese era el tiempo que había dicho su padre que deberían permanecer en Palacio.
Kyrian gimió por lo bajo mientras paseaba por los hermosos jardines reales y su gemido se profundizó cuando al levantar la vista vio que a escasa distancia se encontraba su hermano Lysander cortejando a una joven rubia.
El muchacho estaba  creando flores y pájaros multicolores usando su magia mientras su admiradora lo contemplaba extasiada.
Aquel era el truco de conquista más usado por los mellizos y Kyrian se sintió muy incómoda por presenciar aquella escena.
-¿También usted puede hacer eso? – preguntó una voz a sus espaldas y al volverse descubrió a Lombard observando  .Ella no pudo descifrar su mirada, ni lo que escondía el tono de voz.¿Era censura, temor hacia la magia o qué?.¿Cuál era la verdadera pregunta del príncipe , si ella también era una bruja?.Los ojos violetas eran insondables y Kyrian optó por la salida más fácil.
-No , no puedo hacerlo…
-Ya veo …- dijo  él quedamente  y tampoco pudo saber a que se refería él con esas palabras.
-Son hermosas – comentó ella refiriéndose a las rosas que los rodeaban.
-Sí , mi madre se dedica personalmente a cultivarlas – contestó él y se acercó a cortar una
-Va  a pincharse    le advirtió ella
-No importa, después de todo es natural que las rosas tengan espinas. Son tan delicadas que necesitan protegerse para que no las lastimen…-dijo suavemente y esta vez la joven tuvo la sensación de que su comentario no se refería puramente a las flores.
Luego de cortar la flor , él sacó una daga y le quitó las espinas al tallo.
-Tal vez sea verdad lo que dice, pero las espinas molestan y siempre hay que quitarlas, dejando a la flor indefensa ¿ verdad? - preguntó ella
-A mí las espinas no me molestan pero  esta vez no quiero que la lastimen a usted – dijo él y se le acercó para ponerle la flor en el cabello mientras ella lo miraba sorprendida.                                                    -Con permiso , debo retirarme  .Ha sido un placer volver a verla señorita Likaios – dijo él haciendo una ligera reverencia y esta vez la sonrisa que le dirigió no ocultaba nada más que auténtica satisfacción.

Al día siguiente ,Kyrian andaba buscando a sus hermanos menores , cuando vio a Iolhen en una de las galerías principales . La niña estaba tranquila, ajena a las miradas censuradoras  de la gente que paseaba , mientras se divertía creando mariposas de luz que volaban  alrededor de ella.
-Iolhen, deja de hacer eso – dijo Kyrian enojada y se movió deprisa hacia su hermana- No puedes andar por allí haciendo magia, no está bien.¡Estás dando un espectáculo ! – le gritó enojada a la niña  mientras la tomaba con fuerza de un brazo y entonces percibió la mirada azorada de su hermanita. Iolhen utilizaba su don con naturalidad y además no estaba acostumbrada a que Kyrian se comportara con tanta brusquedad, de hecho Iolhen estaba muy mimada por ser la menor.
La niña miró a su hermana mayor con  tristeza y entonces la joven se arrepintió
-Lo siento Io, no quise asustarte – se disculpó y en ese instante llegaron  Conrad y Kouros que obviamente habían contemplado la escena. Los dos la miraban acusándola y cuando Conrad habló su tono de voz fue semejante al de Dionis .
-Kouros , llévate a Iolhen de aquí
-Vamos Io, eran mariposas muy bonitas , cada vez te salen mejor – dijo el niño tomando a su hermana de la mano  al tiempo que su comentario le devolvía la sonrisa.
Cuando los niños se alejaron , los fríos ojos de su hermano se clavaron en ella y por primera vez Kyrian  vio a Conrad como lo veían a veces los demás. Asustaba.
-Conrad…- intentó excusarse la joven
-Con ella no Kyrian. Es feliz siendo quien es y utilizando su don, no voy a dejar que le quites eso..
-Yo no quise , no sé lo que me sucedió Conrad, pero estaba toda esa gente contemplándola como algo raro y me alteré
-¿No se te ocurrió descargarte con ellos en lugar de con nuestra hermana? Ellos eran los equivocados-comentó suavizando su mirada y su tono de voz. Kyrian sintió que ya no la estaba acusando sino que la compadecía.
-Conrad, no lo entiendes. Tú y Lys siempre andan exhibiendo su poder …no  les importa que los rechacen por eso
-Kyrian , entiendo más de lo que tú crees – dijo él y por un segundo la joven creyó percibir dolor en los ojos transparentes de su hermano- pero nada puede cambiar lo que eres. Puedes fingir si te hace sentir mejor o para que otros te acepten pero eso no cambia tu identidad, no puedes negar una parte de ti por miedo o por complacer…
-Pero…
-No importa cuan doloroso sea perder a todos  aquellos que no entienden, más doloroso es perderte a ti misma hermanita .Piénsalo - sentencio él y luego de darle un cariñoso beso en la frente se alejó.
 Le había gritado a su hermana pequeña, algo estaba muy mal con ella y no era sólo el hecho  de que le importara lo que los demás podían pensar sino los sentimientos que estaban bullendo en su interior.
Ver a Iolhen usar su don tan públicamente había despertado ansias contradictorias  en su interior  , por un lado la necesidad de proteger a su hermana de los demás y por otro el deseo de entregarse al poder  y usarlo como lo hacía Io.
Por un segundo había deseado intensamente descubrir qué se sentía dejar fluir la magia, qué se sentía crear mariposas de luz y todo lo que su imaginación le permitiera.
Sentía dolor, un dolor inexplicable, se alejó deprisa del lugar donde había reñido a su hermanita y empezó a correr , corrió hasta alejarse de la gente y el palacio . Corrió  y cuando se alejó lo suficiente se convirtió en lobo una vez más. Y cuando utilizó el don para transformarse lo sintió más fuerte que nunca, casi como si la arrastrara a un lugar desconocido.
Atravesó un pequeño bosquecillo  hasta llegar a un claro, tras descansar un rato allí se volvió alertada por el sonido de pasos y se encontró con Lombard.
-Volvemos a encontrarnos pequeña amiga – comentó él pero no parecía tan tranquilo como siempre, de hecho daba la impresión de estar agitado como si hubiera corrido. Incluso tenía el cabello claro desordenado y los ojos brillantes.
Kyrian se acercó a él, necesitaba consuelo y en aquella forma se sentía a salvo. Era raro que siempre estuviera huyendo del  príncipe o corriendo a su encuentro.
-Algo ha de haberte sucedido  para que salieras de día, tranquila , todo está bien – dijo arrodillándose junto a ella.- Es una pena que no puedas hablar para contarme que te sucede pequeña loba, pero no importa yo estoy aquí. A veces las personas tampoco dicen lo que les sucede y uno debe adivinar lo que se esconde en sus silencios …y tú estás triste .Vamos,  ven conmigo, iremos junto al lago, sé que te gusta ese lugar tanto como a mi .Podrás descansar allí y olvidarte de lo que te dañó.
Y Kyrian caminó a su lado, dejándose llevar por la paz que él le transmitía.
Cuando llegaron a la cabaña, Lombard abrió la puerta para invitarla a entrar
-¿Quieres algo de comer? – preguntó él y Kyrian reprimió su impulso de quejarse. Una cosa era tomar la forma de un lobo y otra alimentarse como tal. No tenía el más mínimo interés de probar la carne cruda o lo que fuera que Lombard tenía en mente.
- Aunque me temo que no tengo nada apropiado, sólo unas galletas que me robé de la cocina, ¿te gustaría alguna? – continuó él y esta vez ella reprimió una sonrisa ante la idea del correcto príncipe robando galletas recién horneadas de la cocina del palacio . Mordió la manga de la camisa del hombre y le dio un tirón para señalarle donde quería ir. Lo guió junto al lago, bajo los árboles azules. Allí ella se recostó y él se sentó a su lado.
Iolhen ,la menor de los niños Likaios,  vagaba junto a su hermano Kouros por las cercanías del palacio.
Después de lo sucedido con su hermana mayor , Kouros se había hecho cargo de la niña y había organizado un montón de actividades para distraerla y hacerla sentir cómoda. Por suerte la pequeña ya había olvidado el incidente y además era muy perceptiva , por lo que había entendido que el enojo de Kyrian no estaba dirigido realmente a ella.
Aún así para Iolhen  era un placer sentirse mimada por Kouros. Era un niño serio y responsable, totalmente diferente a los mellizos  y a todos los demás. Había una precoz  madurez en él que la hacía sentirse segura.
Además  , por ser los menores , con él compartía el aprendizaje  para utilizar su poder y en  ambos utilizar la magia era algo natural. No la ejercían con el  despliegue apabullante de Lysander y Conrad ni sentían  el rechazo de Kyrian. El don era parte de ellos, tan simple como eso.
-¿El lago está por aquí, verdad? – preguntó la niña a su hermano
-Sí, está cerca – respondió él adelantándose  y luego su mirada oscura se concentró en un  joven que estaba apoyado contra un árbol y en la loba dormida que yacía junto a él, mientras el hombre le  acariciaba con ternura la cabeza.
El príncipe levantó su vista  al sentir voces y su  mirada se cruzó con   los profundos ojos oscuros de un niño que lo evaluaban a la distancia.
Era una mirada extraña para un niño, demasiado intensa como si pudiera observar más allá de la superficie.
Lombard le devolvió la inquisitiva mirada y creyó distinguir un amago de sonrisa en el pequeño rostro e incluso un matiz de aprobación en sus ojos infantiles.
Detrás venía una niña corriendo pero no pudo verla claramente porque Kouros se retiró y se llevó a su hermanita consigo
-¿No vamos a ir allí? – preguntó la niña cuando Kouros le tomó la mano para alejarla
-No Io, iremos otro día, se me ocurrió algo más divertido – contestó y la pequeña lo siguió confiada. Su hermano era alguien muy especial y uno podía dejarse guiar por él sin miedo alguno.
  Lombard observó atentamente la marcha de los pequeños visitantes y luego miró a la loba que seguía durmiendo placidamente.
-Descansa pequeña – susurró al tiempo que  volvía a acariciarla- nadie va a lastimarte mientras yo esté aquí
Después, él mismo  se recostó contra el árbol y se quedó dormido.
Cuando se despertó la loba ya no estaba.

-¿Dónde está Kyrian? .Sé que Conrad salió a cabalgar, Kouros fue al lago con Io y Lys está tras alguna chica…pero no sé dónde fue Kiky– dijo Dionis a su esposa
-No lo sé, por ahí…
-¿Dónde va en sus escapadas Kalymera?- preguntó él y su esposa lo miró sorprendida
-¿Estabas enterado?
-Por supuesto. Tratan de asesinarme desde que soy un niño, lo que ha  acerado mis instintos, además me casé contigo que  te metes en problemas cada vez que me doy la vuelta y  luego llegaron los mellizos. Estoy acostumbrado a ser observador y no perder detalles…
-Entonces deberías saber donde va ella – respondió Kaly provocadora
-Kalymera, no me obligues a averiguarlo utilizando mis recursos…
-No Dio, dale tiempo. Necesita esto.
- ¿Necesita qué?- dijo él con enojo. Sabía por el pasado cautiverio de su hermana Bladian, que la libertad era el bien más preciado de un ser humano, pero eso no le impedía desear encerrar a su hija donde pudiera mantenerla a salvo .
-Tiempo para descubrirse a sí misma.
-Kaly, hay mucho peligro allí afuera. Y el poder que tenemos es lo más peligroso de todo, tú sabes lo que puede hacer – dijo él y sus ojos claros tenían la frialdad de antaño
-Lo sé – respondió ella recordando el pasado, a Deveró y al propio Dionis – pero también sé que la magia no es peligrosa si hay un buen corazón que la guíe – añadió apoyando su cabeza contra el pecho de su esposo y depositando un beso donde resonaban sus latidos- y tú lo tienes y también tu hija.
-No sé que haré si algo le pasa
-Ella va a estar bien Dio
-Kaly – musitó envolviéndola en un abrazo.
-Amor , qué te parece si buscamos a Iolhen y Kouros, al menos nos mantendrá entretenidos – dijo ella tratando de disipar la tensión
-Esos dos son los más tranquilos del mundo y es una suerte,  porque no sé si cuando sean mayores tendré fuerzas para lidiar con tantos conflictos.- respondió él relajándose -¿ De qué te ríes?
-Pienso en mi hermano Connor y en los problemas que le esperan con sus hijos menores. Esos tres casi están al nivel de los mellizos, ¡pobre Conn!.
-Sí , le esperan años difíciles – dijo él sonriendo- aunque tu padre le llama Justicia Divina.
Cuando llegó la noche ninguno de los dos interrogó a sus hijos sobre el incidente entre Kyrian e Iolhen, ni mencionaron las frecuentes escapadas de la chica.
“Tiempo “había dicho Kalymera y Dionis pensaba otorgárselo con la esperanza de que su hija pudiera aceptar la herencia que él le había legado.

Kyrian entró a la Biblioteca, era un lugar tranquilo y solitario que ya había visitado antes. Últimamente se había hecho una experta en escabullirse  , y aquella mañana  los paseos y la cháchara de salón la habían hecho huir una vez más.
En aquel lugar podría estar tranquila  y le daría la posibilidad de aclarar sus pensamientos.
Cerró las puertas tras ella y  suspiró profundamente como si se hubiera desecho de un agobiante peso, instantáneamente percibió un movimiento en un rincón y al fijar la mirada se quedó sin aire,
Lombard estaba allí.
Él se puso de pie y la luz dio de lleno sobre su cabello dorado y sus expresivos ojos violetas se concentraron en ella
-Señorita Likaios – dijo él a modo de saludo
-Su alteza – respondió ella  tratando de calmar la agitación en su interior. Su hermano le había dicho que no podía mentirse a sí misma y Kyrian estaba empezando a comprender las implicaciones de aquello. De día siempre evitaba al joven príncipe y cuando se lo encontraba  actuaba con una fría cortesía que rayaba en la mala educación, pero durante las  noches  se transformaba e iba a su encuentro en forma de loba. Entonces  lo escuchaba mientras él le contaba cosas o tocaba música o sólo compartían el silencio. Por el momento había logrado separar las dos vivencias pero ahora sus murallas comenzaban a derrumbarse y le costaba mantener su frialdad con él , sobretodo cuando se lo encontraba tan inesperadamente. Por lo visto tenían la tendencia de refugiarse en los mismos lugares.
-Tengo nombre – dijo él refiriéndose a la formalidad  de ella al  saludarlo
-Pero también tiene un título y es más importante
-¿Lo cree así?- preguntó  Lombard y ella se sintió bastante tonta ya que no pensaba eso pero incluso algo tan simple como pronunciar el nombre de él le resultaba peligroso
-Sí- contestó tratando de sonar convencida
-Entonces Milady, usted debería usar sus títulos
-Yo no tengo títulos, mis abuelos y algunos de mis tíos , pero mi padre…- dijo ella sin terminar su respuesta. Dionis Likaios era el “Mago” más poderoso pero no era  un noble…
-En realidad estaba hablando de él justamente.
-¿Mi padre?
-Sí, años atrás antes de que nosotros naciéramos, su padre le prestó un gran servicio a mi abuelo , el rey por aquel entonces y al Reino, por ello  se le concedió títulos y tierras.
-¿Mi padre tiene título? – preguntó ella incrédula lo que hizo sonreír a Lombard.
-Títulos en realidad, en plural. Prestó un gran servicio.
-¡Oh cielos! – exclamó ella y sin meditar sus acciones se sentó cerca de Lombard.
-¿No lo sabía?
-No- dijo ella y un brillo de diversión resplandeció en sus ojos claros. Su querido padre había ocultado aquello. Era tan típico de él, Dionis jamás se había sentido muy cómodo en el mundo de los Blackdalion y sólo su amor por Kalymera lo había convencido. Aún así, la esencia salvaje de él se rebelaba contra la idea de ser un noble. Kyrian pensó que su padre se atragantaría si alguien se dirigiera a él usando algún título. Para un hombre que poseía el verdadero poder todo aquello resultaba ridículo
-¿Entonces de verdad los títulos son tan importantes o podrá llamarme por mi nombre? – insistió el príncipe adivinando el rumbo de los pensamientos de la joven
-No sería adecuado.
-Entonces me veré obligado a averiguar sus títulos correctamente para dirigirme a usted en forma apropiada, porque los títulos de su padre incluyen a todos sus hijos…
 Estaba bromeando con ella pero Kyrian lo miró furiosa por el desafío que le lanzaba.
-Si alguno de sus hermanos me mirara así tendría que asustarme – dijo él relajado.
-Pero no me teme a mi – dijo recordando que le había dicho que ella no poseía magia.
-No –dijo él con un brillo extraño en los ojos- Entonces Milady…
-Está bien , Lombard – se rindió ella y él le sonrió
-Gracias, Kyrian. ¿Puedo llamarte así , verdad? – dijo él inclinando sus cabeza hacia ella lo que hacía más intima la situación
-Cualquier cosa que no sea “Milady”- aceptó renuente y él largó la carcajada.
-¿Tenemos un trato ?
-Sí.
-Bien, entonces ahora puedo mostrarte la Biblioteca, es uno de mis lugares favoritos…-
 Kyrian ya había estado allí antes , pero era muy diferente recorrer la enorme estancia guiada por Lombard. Él le daba información sobre los libros que había allí, las obras de arte  o incluso admiraban las delicadas molduras que adornaban el techo o los murales que daban vida y color a las paredes.
Pero lo mejor de todo era poder mantener por primera vez una charla normal con él, era el mismo tipo de clima que cuando ella estaba transformada sólo que esta vez podía contestarle . Ser ella misma era magnifico y por un rato Kyrian apartó sus temores y se dejó llevar.
Por un rato olvidó cuan doloroso sería el rechazo si él averiguara la verdad
-Ya se ha hecho tarde y creo que mi madre  había organizado un gran almuerzo para hoy – dijo él y la chica puso los ojos en blanco.
-Yo no..
-Vamos Kyrian no será tan malo. Tu familia ha de estar esperando que asistas.
-Sí, mi madre me lo dejó muy en claro .- respondió ella de mala gana
- Yo te acompañaré
-Lombard, no creo que sea buena idea.
-Vamos, entre los dos nos daremos apoyo para sobrellevarlo y además tendrás que rescatarme cuando mis deberes de príncipe me sofoquen
-¿Y tú vas a rescatarme a mi ?- preguntó ella sin poder evitar que la frase saliera de sus labios
-Sí – contestó él con seriedad y le tendió una mano para guiarla.
El almuerzo no fue tan malo , después de todo. Kyrian se relajó y sus modales fueron tan perfectos como siempre. Se comportó cortés y educada como lo era habitualmente y se ganó una sonrisa complacida de su madre, además de varios guiños cómplices de Lombard .
Aquel gesto no le pasó desapercibido a los tres hombres de la familia que observaban cada movimiento atentamente.
Dionis mantuvo en secreto cualquier opinión que pudiera tener , pero los mellizos se reunieron a la noche para comentar lo sucedido.
-¿Crees que sepa  manejar una espada? – preguntó Lysander a su hermano
-Supongo que sí, todos los príncipes saben, han sido entrenados para ello
-Pero éste no tiene fama de guerrero..
-¿Has hablado con la gente?
-Sí Conrad, lo hice
-¿Qué averiguaste? ¿ qué dicen de él?
-Que es sabio, gentil , bueno….
- Uhmm
-No tiene magia , ni es guerrero.
-No creo que eso sea tan malo.
-Pero, ¿cómo va a protegerla?
-Dijiste que era un buen hombre, eso tendrá que bastar, después de todo Kyrian ya cuenta con espadas y magia para protegerla –  contestó Conrad con una sonrisa lobuna
-Sí eso es verdad – confirmó Lysander cruzando los brazos tras su cabeza

Kyrian sabía que estaba dejando a Lombard acercarse demasiado, así que durante el día siguiente lo evitó con éxito . Tampoco se trasformó, convencida de que si utilizaba su don para hacerlo sólo aumentaría la confusión que sentía, estaba cediendo a la magia que latía en ella y quería recuperar el control.
Incluso para obnubilar su mente compartió la jornada con los jóvenes que habían asistido a la Corte. Rió de sus bromas y participó de sus charlas, pero todo el tiempo sentía un vacío que la ahogaba. Y para colmo percibía la mirada de sus hermanos siguiéndola donde fuese. Lysander y Conrad se turnaban para seguirla y cuando ella volteaba los veía  contemplándola a distancia con miradas duras. Ya no eran los muchachos revoltosos y despreocupados que ella regañaba, se comportaban como verdaderos hermanos mayores.  “Vamos a cuidar  de ti , quieras o no” parecía ser el mensaje.
Extrañamente su padre no se había unido a aquella campaña y Kyrian tenía el presentimiento de que estaba muy ocupado con aquellos “asuntos” que su madre había mencionado vagamente una vez. A pesar de los días transcurridos, Kyrian todavía no sabía a ciencia cierta que los había llevado a la Corte, su padre no era muy adepto a aquellas visitas y cuando iban  sus estadías eran muy breves, jamás habían pasado tanto tiempo en palacio.
Tenía la sensación de que algo sucedía y aunado a su  propia incertidumbre, era demasiado para ella.
Extrañaba horriblemente a su amiga Alina, la joven pelirroja siempre le ayudaba a poner las cosas en perspectiva. Aunque también hubiese servido la presencia de alguna de sus primas, Kristana la podría haber ayudado a vislumbrar qué pasos debía seguir, las gemelas hubieran aligerado su humor, Nía , bueno con Elanía podría haber encontrado algunas respuestas sobre el don.
Pero ellas no estaban allí,  y lo mismo que la había hecho negar su poder durante años le impedía acudir a su familia. Sabía que si acudía a ellos todas las murallas se derrumbarían y ya no tendría ningún lugar donde refugiarse.
Y seguía necesitando un refugio porque aún era conciente de la censura en la mirada de algunas personas, en el desprecio que se filtraba en sus comentarios y la forma en que era objeto de las peores sospechas.
Seguía siendo sensible a aquellas actitudes y la herían profundamente, aunque la presencia de sus hermanos disminuía cualquier  actitud que fuera directamente ofensiva, no  podía eliminar del todo la malicia disimulada.
Y además extrañaba a Lombard terriblemente. Cuando menos lo esperaba le aparecía la imagen mental de sus fascinantes ojos violetas, la imagen del encuentro bajo la lluvia se le había grabado a fuego y no podía desterrarla por mucho que lo intentara.
Lombard parecía haber comprendido le necesidad de poner distancia entre ellos porque no había intentado acercarse a ella. De hecho parecía muy ocupado cumpliendo con sus deberes reales, lo que también incluía ser galante y atento con las muchas chicas que lo seguían. Porque en los últimos días Kyrian había descubierto que el pequeño príncipe era una presa muy codiciada entre las jóvenes que circulaban por allí, pero eso no era asunto de ella.
Ojala él encontrara alguien de su interés, se enamorara, comprometiera y alejara de ella para siempre y ojala ella desease eso de verdad, sin embargo algo había cambiado y cada instante Kyrian sentía que era más complicado seguir mintiéndose a sí misma. La magia y Lombard parecían llamarla más allá de toda razón y paradójicamente ella sabía que no podía tener a ambos.

Durante todo un día tuvo éxito en alejarse de Lombard pero el destino no le permitió escaparse más tiempo.
Al día siguiente estaba junto a su madre descansando en sus aposentos privados, cuando Kouros regresó de su paseo.
-¿Dónde está Iolhen? – preguntó Kalymera a su hijo.
-Afuera , junto a la fuente.
-¿La dejaste sola?
-No – contestó el niño escuetamente y se escabulló antes de que le hicieran más preguntas.
Madre e hija se miraron y se levantaron a un tiempo
-Vamos a buscarla – dijo Kaly y Kyrian asintió .
Cuando llegaron al pequeño patio interno del palacio, fueron rodeadas por el aroma de las muchas plantas y flores que  decoraban el lugar y por la tintineante música del agua, pero fue otra cosa lo que dejó a Kyrian desconcertada.
Lombard sentado en el suelo le enseñaba a Iolhen a tocar la flauta y la melodía resonaba dulcemente .
Cuando las vio se puso de pie y la pequeña salió corriendo hacia su madre para contarle entusiasmada sobre las lecciones musicales del joven príncipe.
El joven la siguió y saludó a Kalymera y Kyrian  con un leve movimiento de cabeza
-Gracias Lombard – dijo la niña extendiendo el instrumento hacia él.
-Puede quedárselo señorita Likaios, así podrá practicar cuanto quiera – dijo él con una sonrisa  que desmentía la formalidad de su actitud- eso si a su madre no le molesta.
-Claro que no, es un gran obsequio, además nos gusta mucho la música y el ruido, claro que con cinco hijos uno no puede esperar otra cosa – respondió Kalymera divertida- Lamento mucho si  Iolhen lo ha incomodado.
- Nunca podría incomodarme, ha sido un placer pasar tiempo con ella .Espero que se repita señorita- dijo él y le depositó un beso en la mano a la niña al tiempo que hacia una exagerada reverencia que la hizo reír.
-Gracias por todo – dijo Kalymera y él asintió
-Señora Likaios, Kyrian – dijo él  a modo de saludo y se retiró
Las dos mujeres lo saludaron con un breve gesto pero la joven no pudo lograr que sus latidos disminuyeran, la forma en que él había pronunciado su nombre la había perturbado .
-Ay mamá, Lombard es muy lindo – dijo Iolhen encantada con su nuevo amigo.
-Sí lo es – afirmó Kalymera tomando la mano de su pequeña y percibiendo como su hija mayor se sonrojaba levemente – Muy interesante – susurró para sí misma.
    Kyrian no podía dormir , una y otra vez había dado vueltas en la cama  y no lograba conciliar el sueño.
Además su hermanita había estado practicando con la flauta todo el día y eso no la había ayudado en nada, porque aquella música  la hacía pensar en Lombard irremediablemente.
¿Era tan malo si se rendía a lo que sentía por él?. Sí lo era porque  aunque Lombard llegara a sentir lo mismo que ella, jamás podrían llegar a nada porque  todo en ella era mentira. ¿Cómo decirle lo que había ocultado tanto tiempo?, ni siquiera se animaba a desear que él pudiera entenderlo.
Las cosas  hubieran sido diferentes en su casa o en Dalalbión, allí todos esperaban que ella abrazase el don algún día , pero estaban en la Corte y  nunca sería verdaderamente aceptada.
Jamás podría ser la esposa del príncipe, así que tendría que acostumbrarse a que la mirada violeta de él fuese un sueño inalcanzable.
Cuando finalmente se durmió era casi la mañana y sus sueños fueron confusos e inquietos.
Y ante todo  soñó que  aceptaba su legado de poder y que la magia fluía en ella incontrolable y vital, haciéndola entender por fin quién era Kyrian Likaios.
Se despertó de mala gana sacudida por unos brazos enérgicos.
-¡Arriba dormilona! – dijo Lys obligándola a abrir los ojos.
 -Lysander Likaios voy a asesinarte …
-No creo que tengas éxito llevas intentándolo desde que carbonicé a tu muñeca favorita – comentó él con una sonrisa encantadora.
-Tal vez le pida a alguien que lo haga, quería seguir durmiendo.
-Lo sé, pero Conrad y yo planeamos cosas divertidas para hoy y decidimos incluirte en nuestra agenda.
-¡¡Cielos!! – se quejó ella cubriéndose con la almohada.
-Vamos Kiky, o te perderás lo mejor del desayuno porque Conrad está acabando con todo .
-Por favor…- gimió ella cansada
-Vamos Kyrian , prometo que te mantendremos tan ocupada que no tendrás tiempo de pensar en nada – dijo él con suavidad y eso la hizo mirarlo atentamente. Tenía una sonrisa traviesa pero sus ojos azules estaban serios.
Kyrian se levantó deprisa, su hermano le había hecho una oferta a la que no se podía negar.
La llevaron a cabalgar por los alrededores de Palacio,  montando los corceles más briosos que encontraron. Luego nadaron en el lago hasta que se les arrugó la piel, Kyrian temía que los encontraran pero los mellizos juraron haber tomado medidas y ella no se atrevió a preguntar.
Se fueron a explorar los lugares cercanos e incluso robaron fruta de los árboles que adornaban una inmensa casa de algún noble. Kyrian trató de impedírselos pero terminó uniéndose a ellos y corriendo con todas sus fuerzas para no ser descubierta.
-¿Cansada? – preguntó Conrad , mientras se tendía en la hierba con pereza
-Sí – dijo ella sonriendo
-Bueno, entonces espero que estés  preparada para la noche…- dijo Lysander
-¿Qué sucederá?
-Es noche de audiencias en la Corte, política ,ya sabes, la gente va a hablar con el Rey y se discuten asuntos de Estado  pero papá quiere que estemos presentes
-Noo- gimió ella
-Bueno no podremos escaparnos esta vez, me temo que nos tocará ser serios – se resignó Lysander
-¿Por eso esta escapada? – preguntó ella
-Bueno, hay que tratar de equilibrar las cosas.- contestó su hermano – Y ahora nos toca entrenamiento con la espada
-Yo no…-
-Tu estilo va a oxidarse si no practicas Kiky – dijo  Conrad y ella le lanzó un golpe que apenas le rozó el hombro.
-¿Eso significa que aceptas? – preguntó su hermano y ella contestó que sí a regañadientes. Entonces con su gracia habitual Lys se dirigió a los caballos y desempacó las tres espadas. Ella no sabía que estaban allí , pero no le extrañaba, todos ellos , incluyéndola eran buenos espadachines, eran Blackdalions después de todo y además su padre creía que era necesario saber defenderse de todas las maneras posibles.
-Bueno, veamos si aprendiste por fin a manejar una espada – la provocó Lysander
-¡Oye Lys, no la provoques recuerda lo que pasó la última vez!- le sugirió Conrad
-No recuerdo
-¿No hermanito? , te gané – dijo ella  y le lanzó un golpe con la afilada hoja
-Suerte, pura suerte – contestó él y durante un rato los tres se mantuvieron entretenidos
El entrechocar del metal, las bromas familiares  distrajeron a Kyrian aligerando su humor.
Esa era ella, una chica  que blandía una espada con una facilidad asombrosa, una mujer que ocultaba el don que latía en ella, la heredera de un linaje de nobles guerreros y de poderosos magos, la hermana menor de Conrad y Lysander  aunque la mayoría de las veces actuaba como si fuera la mayor.
¿Tan difícil era amarla?
Kyrian no se animó a responder aquella pregunta que no dejaba de resonar en su interior .
-Es tarde ya , mejor volvemos . Tendremos que prepararnos para la noche de Audiencia – comentó Conrad con una mueca burlona.
-Aunque tal vez debiéramos visitar a alguna de nuestras admiradoras antes – sugirió Lysander
-Debieran darse un baño antes – los censuró Kyrian provocándoles una carcajada
-En ese caso regresemos si no nos va a quedar mucho tiempo para divertirnos – afirmó Lys
-Sí- dijo ella – adelántense, yo los alcanzo en un rato.
-¿Segura?
-Sí
-Está bien, no demores o vendremos por ti- afirmó Conrad
-Eso no, se los advierto. Además van a estar muy ocupados ,me imagino. – protestó ella y vio la sonrisa de sus hermanos
-Está bien Kiky, sólo asegúrate de llegar .Te vemos allá– respondió Lysander
 Kyrian caminó tranquila hasta el lago ,luego de pasar el día con sus hermanos se sentía relajada y dispuesta a dejarse llevar un poco por la magia , así que se transformó y empezó a correr.
De pronto sintió voces  y pasos y se escondió entre los matorrales. El tono de voz parecía muy sospechoso, así que ella agudizó sus sentidos para escuchar la conversación.
Reconoció a uno de los hombres que hablaba, era uno de los ministros del Rey, el otro era un desconocido y estaban tramando derrocar al monarca.
Eran unos traidores, incluso mencionaron a su padre y las complicaciones que tendría el plan con la presencia de Dionis Likaios en la Corte.
Kyrian se sintió furiosa y asqueada por aquella traición que se estaba gestando. Esperó que los hombres se marcharan a la Audiencia y salió de su escondite, por suerte la forma de lobo le permitía ser muy sigilosa así que  no la habían descubierto.
Esperó un tiempo prudente para recobrar su forma y dirigirse al Palacio.
Kyrian no sabía qué hacer, lo lógico era buscar a su padre y contarle lo que había escuchado. Él sabría que hacer pero ello implicaba armar un gran revuelo y descubrirse a sí misma. Además Lombard lo sabría, finalmente descubriría qué era ella: una bruja como decían los demás, pero aún así no podía dejar que aquellos malditos triunfaran
Incluso ,si pensaban atacar al Rey ,su propia familia estaba en peligro, pues su padre y hermanos intervendrían.
Si tan sólo Aly estuviera allí podría aconsejarla, su amiga era la única persona que siempre encontraba una solución a todo.
-¿Kyrian? - preguntó Lombard con quien se había chocado por ir demasiado abstraída en sus pensamientos. La chica lo miró asombrada y con un deje de angustia en la mirada.
-Yo...
-¿Qué te sucede? – preguntó preocupado al verla alterada.
-Nada – contestó ella desviando la mirada. Lombard  tomó suavemente su cara entre las manos y la obligó a mirarlo.
-Cuéntame lo que te sucedió, estás mal y debe haber una causa.- dijo él
-Es que...escuché a alguien conspirando contra tu padre- confesó
-¿Sabes quién es? –preguntó él repentinamente serio .
-Sí.
-Bueno, entonces vamos a desenmascararlo – resolvió tomando a la chica de la mano y arrastrándola consigo -.Le diremos a mi padre y él se encargará.
-No, no puedo –dijo ella deteniéndolo
-¿Pero por qué?.Tú lo escuchaste
-Sí, pero no puedo decirlo, no puedo – protestó angustiada.
-Kyrian, dime qué sucede. Confía en mí.
-No puedo, no van a creerme, tú no entenderías. – dijo mirándolo seria. Simplemente no podía hablar porque si lo hacía él dejaría de mirarla en la forma en que la estaba mirando, con una mezcla de ternura y preocupación. Al saber,  él la miraría diferente, despreciando lo que  ella era y en ese instante se le rompería el corazón.
-Entonces ayúdame a entender – insistió  él -¿por qué no puedes hablar de lo que escuchaste?
-Porque cuando lo oí yo…- empezó a decir ella y luego bajó la mirada  callando abruptamente.
-¿Acaso estabas convertida en lobo  cuando  los escuchaste? – sugirió él sobresaltándola.
-¡¿Cómo?! – preguntó ella totalmente sorprendida.
Él lo sabía.
-Así que era eso – murmuró él pensativo.
 -¿Cuándo lo supiste? –preguntó la joven cambiando de tema.
-Al día siguiente de nuestro encuentro a orillas del lago.  Cuando te vi y pregunté quién eras me enteré de que eras una Likaios. Tu padre y hermanos son famosos por transformarse y por su poder. Supe que ellos no eran mi lobo, pero imaginé que eras tú...y al mirarte a los ojos estuve seguro.
 -No me dijiste nada...¿te burlabas de mi, aquellas charlas mientras yo estaba transformada eran un juego?.Todo lo que dijiste… – preguntó ella alterada
- Claro que no .No quería alejarte Kyrian, todo lo contrario. Sabía que si mencionaba algo te apartarías, así que fui poco a poco, tenía que ganar tu confianza.
-¿Mintiendo?
- Tal vez un poco...Seguías a mi lado transformándote en lobo y cada vez me permitías acercarme un poco más cuando eras tú misma. Es agotador ocuparse de dos frentes al mismo tiempo – dijo él sonriendo levemente - pero supongo que todo lo importante exige trabajo...
-Lombard...
-Vamos Kyrian, ahora nos encargaremos del traidor y luego hablaremos .
-Pero…
-Te pedí que confiaras en mí. ¿Lo harás?
Los ojos violetas de él rebosaban sinceridad. Siempre había sabido quien era ella y aún así nunca la había tratado de una forma diferente .Confiaba en él, sin importar lo que sucediera Kyrian confiaba en Lombard tanto como lo amaba.
-Sí.-dijo ella y se ganó una sonrisa del príncipe.
-Vamos – dijo él y la tomó de la mano.
De esa manera entraron al Salón de Audiencias, interrumpiendo justo el discurso del ministro traidor.
Todas las miradas se concentraron en ellos, incluso Dionis avanzó unos pasos pero su esposa lo detuvo por el brazo.
-Ella tiene algo que decir – declaró Lombard en  voz alta y le dio un suave empujón a Kyrian para que se adelantara aunque él se mantuvo a una escasa distancia de ella.
Kyrian empezó a hablar, mientras exclamaciones incrédulas se expandían por el recinto y el rey la miraba fijamente escuchándola con atención. La joven titubeó al principio , pero luego habló con firmeza.Cuando  la joven nombró al ministro esté gritó indignado avanzando hacia ella.
- ¡Es demasiado Majestad, no puede creerle a esta niña!
-Me gustaría escuchar lo que tiene para decir. – lo calló el Rey tranquilamente.
-¡Es una pequeña bruja que está tratando de destruirnos! – gritó  el hombre desesperado.
Tres hombres llevaron sus manos a las empuñaduras de sus espadas a un mismo  tiempo, los tres con miradas fieras y un aura de poder  que los rodeaba y crecía porque  su preciosa Kyrian había sido agredida, sin embargo otra mano fue más rápida para desenvainar la espada.
Lombard se interpuso entre Kyrian y el Ministro  al tiempo que presionaba la filosa hoja en el cuello del hombre.
-Vuelve a insultar a la mujer que amo  y te mueres – dijo en un tono inusual en él, despojado de ternura habitual  .
-¡Lombard! –lo amonestó su padre  pero el príncipe no le hizo caso. Sin embargo fue la mano de Kyrian la que lo obligó a bajar la espada.
-Está bien, yo puedo defenderme – susurró ella  poniendo sus dedos sobre la filosa hoja y fue un mensaje tanto para Lombard como para su familia. Con desgana Lombard le obedeció y dio un paso al costado, sin dejar de estar alerta a cada mínimo movimiento del contrincante, pero al observar a Kyrian estuvo seguro de que ella sabría defenderse porque finalmente se había encontrado a sí misma.
La joven avanzó lentamente hasta enfrentar al hombre que la había desmentido  y mientras avanzaba el don comenzó a manifestarse en ella como algo palpable.
-Soy quien soy –dijo la joven en voz alta para que todos los presentes la oyeran-.Probablemente ,lo que muchos de ustedes llamarían una bruja, poseo el Don , un poder que no es fácil comprender ,ni aceptar. Pero mi poder es parte de mí y es también mi herencia – dijo la joven y su mirada se desvió fugazmente para encontrarse con la mirada de su padre – y estoy orgullosa de ello. Soy hija de Dionis Likaios y esgrimo el don de mi linaje y soy hija de Kalymera Blackdalion y como tal he sido educada en la creencia de defender la justicia y la verdad. Mi abuelo, mi padre y mis tíos han defendido  al reino con fidelidad y honor , de la misma manera mis palabras son la verdad. Tienen que creerme cuando digo que este hombre es un traidor.
-¡Eres un demonio mentiroso! – la acusó el hombre  acercándose para golpearla.
Al mismo tiempo su familia se adelantó, Lombard se lanzó sobre él y el Rey llamó a los guardias, pero Kyrian fue más rápida .
Con un breve gesto de su mano  la chica detuvo a su atacante y lo levantó en el aire dejándolo suspendido.
-Buen truco – comentó  Lys con una sonrisa maliciosa de aprobación.
-¡Guardias! – gritó el Rey y ordenó la detención del hombre así como que capturaran a su cómplice y a cualquiera que estuviera involucrado en el complot.Luego ordenó que despejaran la Sala y llamó a Dionis, al príncipe heredero de la corona y a los príncipes menores incluyendo a Lombard. Este no tuvo tiempo de hablar con Kyrian, sólo le rozó la mano con un breve gesto al pasar.
Kalymera fue hasta su hija y la envolvió en un apretado abrazo mientras las lágrimas de  Kyrian caían incontrolables.
Lysander y Conrad las rodearon como un protector escudo.
Cuando Dionis volvió de la audiencia privada con el  Rey pidió hablar con ella.
-Pasa cariño, tengo algunas cosas que contarte.- dijo él  con suavidad y la invitó a sentarse.
-Padre…
-Escucha primero.
-Está bien.
-El motivo por el que vinimos a la Corte fue porque el Rey sospechaba de que algo malo sucedía,  había algunos indicios que hablaban de este complot, pero no lograba identificar a los responsables. Por eso requirió nuestra ayuda, tanto tu abuelo  como Caleb pensaron que yo era el indicado para encargarme, ya que no sólo  podría averiguar qué sucedía sino que si alguno de ellos tenía el don yo era el único que podría detenerlo
-Como a Deveró ..
-Exactamente. Así que tenía una misión que cumplir aquí, pensé que la presencia de los mellizos sería de ayuda en caso de peligro , además de que podrían llegar a encontrar alguna información útil porque siempre se meten en todo .
-¿Ellos sabían?
-No
-¿Y nosotros, por qué nos trajiste?
-Bueno eso le daba otro carácter a esta visita y en realidad no puedo mantenerme alejado de ustedes, me gusta tenerlos cerca donde puedo protegerlos .Y evito que tu madre me siga y arme algún revuelo- completó él con una sonrisa.
- ¿Y qué pasará ahora?
-Bueno yo ya sabía algunos de los nombres de los traidores pero tú te llevas el mérito de haber descubierto al Ministro. El Rey se encargará de aplicar justicia, así que todo está bien ahora. Fuiste muy valiente Kyrian.
-Tenía miedo, yo no quería
-Lo sé amor pero lo hiciste bien.Estoy muy orgulloso de ti, siempre lo he estado.
- Yo también estoy orgullosa de ti.
-¿Con todo lo que implica? – preguntó él significativamente.
-Sí papá. Aunque tendrás que ayudarme .
-Lo haré pequeña, pero creo como tu madre que  tú no tendrás problemas para recorrer el camino de la magia – contestó él y Kyrian se sintió feliz y plenamente reflejada en aquella mirada clara que era igual a la suya.
-¿Kyrian ?
-¿Sí?
-¿Estás segura?- preguntó él y ella supo que se refería a Lombard.
-Sí papá, ¿está bien?
-Si te hace feliz no me opondré – dijo él y ella supo que eso era toda una aceptación- Quiere hablar contigo, te está esperando , dijo que lo veas en el lago .
-Gracias – dijo ella y le dio un abrazo antes de salir apresurada.
-¿Todo está bien amor? –preguntó Kalymera entrando a la estancia donde Dionis estaba.
-Kal, ni siquiera tiene  diecisiete…
-Los cumplirá dentro de un par de meses y esa es una edad peligrosa para las mujeres de nuestra familia – dijo ella haciendo referencia a la edad que tenían ella y su madre al casarse .
-Pero es mi niña…
-Sí, pero vamos a dejarla ir porque él la ama..
-Es difícil. ¿Por qué rayos alguien no se  quiere casar con los mellizos? , no tendría problemas con dejarlos ir a ellos.
-Podemos preguntar pero dudo que a Lombard le haga gracia el cambio.
-Kaly…- dijo él en advertencia
- Oh Dionis , te amo tanto – dijo ella abrazándolo y Dio supo que tendría que hablar con Kyrios y agradecerle otra vez  que le hubiera dado a Kalymera porque finalmente él sabía lo duro que era confiarle a alguien más la vida de una hija.

La noche era clara iluminada por la luna y las flores azules de los árboles se distinguían con nitidez, igual que la figura del hombre que esperaba junto al lago.
 Kyrian tuvo el deseo de correr a su encuentro pero aun había demasiadas cosas que hablar y caminó con cautela hacia él.
-¿Es cierto? – preguntó cuando llegó a él.
-¿Qué?
-Lo que dijiste en el Palacio, frente a todos.
-¿Qué te amo?
-Ajá – dijo ella asintiendo
-Claro que es cierto…
-Nunca me lo dijiste.
-Te amo Kyrian Likaios, te amo – dijo él atrayéndola hacia sí y besándola con delicadeza.-¿Y tú? – preguntó separándose de ella.
-Te amo – contestó y sintió ganas de reír porque nunca se había sentido tan libre.
-¿Serás mi Princesa , entonces?
-Lombard…
-Ya hablé con mis padres y están encantados, eres su heroína.
-Pero yo soy…
-Sé quien eres, mejor que tú misma y te  amo. Te amé desde el instante que te conocí.
-No sé si pueda vivir esta vida.
-Tendremos que cumplir con los deberes mínimos y el resto del tiempo viviremos cómo y dónde quieras, podemos instalarnos en la cabaña incluso – sugirió él con una sonrisa encantadora .
-¿Qué van a decir las personas de que te cases conmigo ?
-No importa, nada importa. Kyrian me estás torturando y Dios sabe que no lo merezco, ¿vas a ser mi esposa?
-Sí- dijo ella y él pareció relajarse
-Pensé que nunca lo dirías. Eres una mujer difícil de conquistar  Kyrian Likaios , aunque me temo que mi estatus de príncipe nos obligará a un compromiso de meses y luego una pomposa ceremonia y…
-No hagas que me arrepienta.
-Nunca te lo permitiría – contestó él serio y  ella supo que la amaba tanto como ella a él, pero aún tenía algunas dudas
-Yo no sé qué es lo que puedo hacer, no conozco este poder – dijo ella y Lombard entendió el miedo que se escondía tras esas palabras
-No te preocupes Kyrian , estoy seguro que podrás hacer cosas maravillosas . Lo descubriremos juntos – le susurró al tiempo que inclinaba su cabeza hasta que las frentes de ambos se tocaron. Y viendo aquellos ojos amados tan cerca, observándola con tanta devoción, los temores de la joven se desvanecieron.
-¿No vas a besarme ? - preguntó ella suavemente
-No , hasta que sepas usar tus poderes
-¿Qué…? – preguntó ella
-Voy a necesitar estar protegido, así que cuando puedas defenderme te daré  todos los besos que quieras aunque tengamos espectadores
-¿Espectadores ? ¿Lombard? -  dijo confundida y él se separó de ella. Él príncipe hizo una señal con la cabeza hacia atrás y luego gritó
-¡¡Conny, Lys!!!, ¿nos acompañan?
Kyrian se volvió sorprendida y vio  salir de entre  la arboleda a sus dos hermanos.
-Van a matarte por usar sus sobrenombres…
-No creo. Pero imagina lo que hubieran hecho si te hubiese besado como deseo hacerlo…-contestó guiñándole un ojo.
-Voy a aprender a usar mi poder muy rápido. Lo prometo  – contestó ella sonriéndole.
-Eso espero mi amor – le respondió con ternura y  la abrazó por la cintura , mientras esperaban que los mellizos , furiosos por haber sido descubiertos, se les unieran.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...